I mean sure I can read it, you know, and I read it. I read it on the airplanes. But I don’t take it seriously. If I want to find anything I’m not gonna read Time Magazine. I’m not gonna read Newsweek. I’m not gonna read any of these magazines. I mean, ‘cause they’ve just got too much to lose by printing the truth. Bob Dylan
Acabo de ver Pearl Jam Twenty, el pedazo de documental dirigido por Cameron Crowe sobre los primeros veinte años de esa banda de Seattle, y he tenido que venir aquí directo a escribir sobre ello. Cuando acabe (será algo corto y malo, como siempre), iré a Amazon a comprar algún trabajo de este grupo al que hasta ahora he sometido a un inmerecido ostracismo. Cada vez escribo más finolis.
Los miembros de Pearl Jam, recientemente.
El documental describe el nacimiento de esta banda dentro de la escena grunge del Seattle de finales de los ochenta y principios de los noventa, el crecimiento estratosférico hacía el estrellato absoluto y el camino, siempre fiel a ellos mismos, que tomaron desde entonces y que les ha valido el conservar un público extremadamente fiel aunque quizá no tan numeroso como a mitad de los años noventa.
Cameron Crowe, que en aquella época era periodista de la revista Rolling Stone, creo que muestra muy bien como era Seattle en aquellos años, con multitud de bandas que parecían hermanos, puesto que los cantantes se conocían entre ellos y tocaban casi todos los días. Hablar de Pearl Jam obliga a hacerlo de Mother Love Bone, banda liderada por el carismático Andrew Wood. Wood murió de sobredosis y dos de los miembros de la banda, Jeff Ament y Stone Gossard, formaron Pearl Jam tras contactar con Eddie Vedder, el vocalista, que por aquel entonces trabajaba en Los Angeles como vigilante de seguridad.
En esta primera parte del documental (lleno siempre de documentos que no habían visto la luz antes) se observa el rápido ascenso a la fama del grupo, primero en Seattle y alrededores (imprescindibles las imágenes con Kurt Cobain) y luego a nivel nacional. El desfase en esos primeros conciertos era evidente y como muestra vale el concierto que dieron en la presentación de la película Singles, dirigida por Crowe y que cuenta con su State of Love and Trust en la banda sonora.
Como decía, pronto llega el éxito nacional. Pearl Jam aparece en todos los noticiarios y programas de televisión, Eddie Vedder sale en portada de la revista Time, la prensa les agobia y ellos quieren desaparecer. Las drogas hacen su aparición en el grupo y, en estas, aparece el gran Neil Young, uncle Neil como le llama Eddie, y les lleva de gira por Europa. Era la figura adulta que necesitaban.
Destacable también – quizá porque he sido víctima hace poco de estos sinvergüenzas – el apartado que el documental dedica a su enfrentamiento con Ticketmaster por considerar que cobraban (y siguen haciéndolo, por cierto) unas comisiones desproporcionadas por un servicio inexistente, lo que les llevo incluso a liderar un boicot y a hacer una gira en sitios alternativos fuera del alcance de los tentáculos de esta empresa.
La parte final del documental se centra en estudiar más a fondo la personalidad de sus miembros, adentrándose en el camino seguido, lejos del estrellato ganado en sus inicios, pero fiel a sus ideas lo que les ha permitido seguir contando con un público prácticamente inseparable. El documental me ha gustado mucho y creo que a los fans les gustará aún más, no sólo por lo que se cuenta sino por la cantidad de material “de calidad” que se ha utilizado en el mismo. Y ahora voy directo a Amazon, no sé si comprarme Ten, Vs., Vitalogy o los tres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario