No es esta la primera vez que comienzo a escribir una entrada para el blog relacionada con el tema hamburgueseril, vamos a ver si consigo acabarlo.
El objetivo de esta entrada, que anticipo será de las largas, es mostrar mi experiencia en el consumo de hamburguesas. Me encantan las hamburguesas y, últimamente, han proliferado por Madrid los restaurantes especializados en ellas. Haré aquí un resumen de las veladas que allí he pasado, intentando ser lo más objetivo posible (reconozco que soy más del continente que del contenido en lo que a hamburguesas se refiere, así que un sitio decorado al típico estilo americano tiene más posibilidades de gustarme que otro que no, pero aquí intentare no dejarme llevar por esas pasiones).
Elimino de este “examen” las cadenas de comida rápida (McDonald’s y similares) porque llevan aquí casi toda la vida. No va a ser tampoco una lista infinita, aún me quedan muchos sitios por probar sólo en Madrid y aparte tengo que repetir en aquellos sitios que ya visité.
Siempre nos quedará el Big Mac
Voy a intentar llevar un orden cronológico en relación a la primera visita que hice a cada sitio.
Ahí vamos:
No recuerdo exactamente cuando fui al Alfredo’s Barbacoa, pero será hace dos o tres años. Todo el mundo decía que servían las mejores hamburguesas de Madrid, así que estaba tardando en probarlas.
Mi opinión del sitio no pudo ser peor. Era pequeño (imprescindible reservar), nos sirvieron tarde (la reserva ya era tarde de por sí – a las once de la noche – pero no comenzamos a comer hasta las doce) y la hamburguesa, en mi opinión, estaba bien (y nada más). Reconozco que la compañía con la que fui no era la mejor (espero no tener que borrar nunca este comentario, sería gracioso). También hay que reconocer que no fuimos muy hábiles reservando para nueve personas y presentándonos allí quince. La decoración no era nada del otro mundo, todo el local (pequeño) lleno de banderas de Estados Unidos y de Texas. Me dejan cien dólares y hubiese hecho maravillas redecorando ese sitio.
En definitiva, creo que es evidente que tengo que volver pronto, porque tanta gente no puede estar equivocada. Lo intentaré. Tiene dos locales en Madrid, uno por Cuzco y otro en Lagasca.
La siguiente incursión fue en el Tommy Mel’s. Es el típico Diner americano de los años cincuenta, de hecho, el nombre lo toma de la película American Graffiti. La mesas, la decoración de las paredes, las camareras, la gramola. Comer allí supone sumergirse en una atmósfera nueva y vivir de lleno la aventura americana, jaja.
He estado un par de veces aquí y la experiencia ha sido satisfactoria. La carne, no obstante, no es la de mayor calidad que nos podemos encontrar (no es que sea mala, pero otros sitios le han tomado la delantera a este). Sólo he probado hamburguesas aquí, creo que la primera vez cayó una hamburguesa Tommy Mel’s (la cebolla causó estragos, ya que además pedí como entrante unos aros de cebolla) y la siguiente una Top Cheese, que lleva una mezcla de tres quesos y está riquísima. Hay varios tamaños a elegir y la carne se puede pedir al gusto del cliente. La próxima vez que vaya creo que será hora de meter mano a la carta de perritos calientes.
Me parece que lo mejor de este sitio, sin desmerecer el resto, son los postres. No creo que haya probado un brownie más bueno que el que tome aquí y el Banana Split – plátano mezclado con helados de vainilla, fresa y chocolate y con nata – también estaba muy rico.
Me parece la opción idónea para aquel que quiere tomar una hamburguesa pero no sólo eso, sino que también pretende disfrutar de una velada un poco yanqui. De momento el restaurante no admite reservas así que o se acude pronto o toca esperar.
La siguiente parada en este viaje se encuentra sólo una calle al norte de Pedro Teixeira (donde se encuentra ubicado Tommy Mel’s) y es que en General Yagüe tenemos el New York Burger. Creo que no hay carne mejor que la de este restaurante. El filete es vertical (es decir, es un pegote de carne estrecho y alto) a diferencia del más alargado filete del Tommy Mel’s.
El precio quizá sea un poco mayor al del su vecino del sur pero la calidad de la carne lo compensa. Hay tres tamaños de hamburguesa y bastante variedad de ellas (todas con nombres relacionados con la ciudad de la Gran Manzana) así que creo que pasará mucho tiempo hasta que me adentre en el resto de productos que ofrecen: carnes, perritos calientes, sándwiches y ensaladas. Los postres, estando buenos, no son comparables a los del Tommy Mel’s.
Si lo que queréis es disfrutar de la hamburguesa (y os da igual la decoración del local y del personal del restaurante, ya que esto es el punto débil del New York Burger) esta es la mejor opción. El restaurante se llena así que es necesario reservar.
A continuación iba a hablar del Home Burger cuando me doy cuenta de que nunca he estado allí y que me estoy confundiendo con el House Burger, que está en la calle Andrés Mellado (Moncloa).
Es un sitio acogedor que me sorprendió gratamente por la relación calidad/precio. La carta es bastante amplia y recuerdo que había combinaciones raras de hamburguesas (con queso de cabrales, con aros de cebolla, con foie, etc.).
Igual me equivoco pero creo que no es una opción muy frecuentada (a diferencia de los dos anteriores) que seguro que merece una segunda oportunidad. Me apunto en el debe mi visita al Home Burger.
Precisamente cerca de uno de los restaurantes Home Burger (el que está en el barrio de Malasaña) se encuentra mi siguiente objetivo: TM Burger. Se trata de un sitio más de batalla, que cuenta con espacio para comer dentro del local (ya sea sentado o de pie) pero que hace hincapié en la idea del takeaway.
Los precios son irrisorios, pudiendo tomar una hamburguesa con dos ingredientes por menos de cuatro euros. La carta se basa en su sencillez: dos tipos de hamburguesas y dos de perritos calientes. Luego hay patatas fritas como entrantes, tartas y batidos.
No es un sitio para cenar sentado (se puede, pero no hay seguridad de encontrar hueco) si no para meterse algo rápido y continuar con la jornada. Me parece casi imposible conseguir la calidad que ofrecer este local a esos precios (menos de diez euros si incluimos bebida y patatas fritas con extras) en Madrid.
La última parada – hasta ahora – en sitios típicamente americanos en Madrid ha tenido lugar en el Peggy Sue, al que he acudido dos veces en el último mes y medio. He estado en el restaurante de Huertas pero hay multitud de ellos en la capital, en la provincia y otras ciudades de España.
En cuanto a filosofía, es similar al Tommy Mel’s. Aire cincuentero, música adecuada y una carta bastante potente. Las hamburguesas son sólo superadas por las del New York Burger. Riquísima la ensalada de col y también entrantes como las patatas fritas con queso cheddar y bacon. Quiero hacer una mención especial a la hamburguesa Mary Lou (con queso azul) que estaba riquísima.
Los postres tampoco quedan rezagados, hasta ahora he probado la tarta de queso y los rollos de canela y ambos estuvieron geniales.
Además, como punto positivo, este restaurante innova algo con las bebidas (en todos los anteriores echo en falta algo tan típico y americano como una Coca-Cola de vainilla, un ginger ale o un Dr. Pepper), pudiendo disfrutar de una Pink Lemonade que, además, vale la mitad que cualquier otro refresco de la carta.
Ese oscuro objeto de deseo
Destacar también la decoración de los servicios (al menos el de este local de Huertas): la entrada es común para chicos y chicas y los grifos son compartidos…todo ello decorado con fotos de cantantes cincuenteros entre los que no podía faltar Buddy Holly.
Termino aquí este repaso inacabado a sitios típicamente americanos por Madrid y me quedo como tarea pendiente volver a Alfredo’s y probar el Home Burger. Asimismo, otra hamburguesa bastante normalita, barata pero no por ello menos rica es la hamburguesa de la casa del pub irlandés James Joyce, situado en la calle Alcalá entre Cibeles y la Puerta de Alcalá.
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