viernes, 31 de diciembre de 2010

Libros 2010

Cierro el año con un listado de los libros leídos en 2010 en orden cronológico, o eso creo. Para 2011, si sigo escribiendo aquí, iré poniendo reseñas de aquellos que más me llamen la atención. De esta tanda el mejor ha sido Success made simple: An inside look at why Amish businesses thrive de Erik Wesner. Aquí va la lista:


  • "Dinero, crédito bancario y ciclos económicos", de Jesús Huerta de Soto.
  • "The grapes of wrath", de John Steinbeck.
  • "Economía en una lección", de Henry Hazlitt.
  • "Success made simple: An inside look at why Amish businesses thrive", de Erik Wesner.
  • "On hallowed ground: the history of Arlington National Cementery", de Robert M. Poole.
  • "Instructions for American servicemen in Britain 1942", War Department, Washington D.C.
  • "A Civil War: Army vs. Navy", de John Feldstein.
¡Felíz 2011!

jueves, 23 de diciembre de 2010

La paradoja de Stockdale

Leyendo un libro sobre la guerra de Vietnam me encuentro con la historia de James Stockdale. Para ser más precisos, la historia de Stockdale la he buscado yo más adelante. En el libro - hasta donde he llegado - simplemente se le nombra por, como dijo él, haber sido un testigo de excepción en el segundo incidente del golfo de Tonkin (se trata de unas escaramuzas entre pequeñas embarcaciones norvietnamitas y el destructor americano Maddox que tuvieron lugar en Agosto de 1964;  en este segundo incidente tanto el Maddox como el Turner Joy estuvieron zigzagueando y repeliendo ataques "imaginarios" que el propio Stockdale contempló desde el aire - formaba parte de la tripulación del portaaviones Ticonderoga - indicando que no había habido tal ataque; posteriormente este "incidente" tuvo un peso muy importante en la escalada de las hostilidades en Vietnam...pero de esto ya hablaré cuando me acabe el libro). 

Lo que me llamó la atención de Stockdale fue que se mencionase que posteriormente (en Septiembre de 1965) su avión fuese derribado en el curso de una misión en Vietnam del Norte, perdiendo una pierna en el incidente (esto puede que sea un error del libro porque no lo he visto informado en ningún otro sitio), internado en el "Hanoi Hilton", tras cuya salida (¡después de ocho años!) se le concedió la Medalla de Honor del Congreso.

Rápidamente, quise comprobar que méritos le hacían acreedor de tal distinción, porque el hecho de haber sido abatido y estar en una prisión no me parecían suficientes. Vamos, que me indigné. Lo que encontré fue que James Stockdale no era un prisionero de guerra más en Hanoi, si no que fue el oficial de más alta graduación allí recluido, que formó parte de la "Banda de Alcatraz" (un grupo de once presos, considerados los cabecillas de la prisión, que fueron sometidos a internamiento individual por cuatro años), que no dudó en autolesionarse para que los norvietnamitas no pudieran utilizarle con fines propagandísticos y que, incluso, proporcionaba información de inteligencia en las cartas que escribía a su mujer. 

A su regreso, en 1973 tras la firma de los Acuerdos de París, Stockdale se encontraba muy debilitado por las lesiones sufridas. Aún así la Armada lo mantuvo en servicio activo hasta su jubilación con el empleo de Almirante. La Medalla de Honor le fue concedida por el Presidente Gerald Ford en 1976. Transcribo literalmente la citación que contenía (las negritas son mías):

"For conspicuous gallantry and intrepidity at the risk of his life above and beyond the call of duty while senior naval officer in the Prisoner of War camps of North Vietnam. Recognized by his captors as the leader in the Prisoners' of War resistance to interrogation and in their refusal to participate in propaganda exploitation, Rear Adm. Stockdale was singled out for interrogation and attendant torture after he was detected in a covert communications attempt. Sensing the start of another purge, and aware that his earlier efforts at self-disfiguration to dissuade his captors from exploiting him for propaganda purposes had resulted in cruel and agonizing punishment, Rear Adm. Stockdale resolved to make himself a symbol of resistance regardless of personal sacrifice. He deliberately inflicted a near-mortal wound to his person in order to convince his captors of his willingness to give up his life rather than capitulate. He was subsequently discovered and revived by the North Vietnamese who, convinced of his indomitable spirit, abated in their employment of excessive harassment and torture toward all of the Prisoners of War. By his heroic action, at great peril to himself, he earned the everlasting gratitude of his fellow prisoners and of his country. Rear Adm. Stockdale's valiant leadership and extraordinary courage in a hostile environment sustain and enhance the finest traditions of the U.S. Naval Service"

Tras su retiro, Stockdale fue Presidente de una universidad militar en Carolina del Sur (The Cidatel) y luego fue miembro de la Hoover Institution perteneciente a la universidad de Stanford. Por si fuera poco, en 1992 ocupó el puesto de vicepresidente en la candidatura encabezada por el independiente Ross Perot, que alcanzó casi el 19% de los votos en las elecciones en las que Clinton derrotó a Bush padre.

Es evidente que Stockdale es un ejemplo de esfuerzo, superación, disciplina...como se le quiera llamar. No soy el primero que me doy cuenta de ello y James Collins le entrevistó para un libro titulado Good to Great. La paradoja aparece explicada a continuación, en las razones que esgrime Stockdale para explicar su supervivencia y para señalar que rasgos en común tenían aquellos que no consiguieron sobrevivir a la guerra.

Respecto a la primera cuestión:

"I never lost faith in the end of the story, I never doubted not only that I would get out, but also that I would prevail in the end and turn the experience into the defining event of my life, which, in retrospect, I would not trade."

Y respecto a qué características comunes tenían aquellos que no lograron sobrevivir a la  guerra (y aquí está la clave):

"Oh, that’s easy, the optimists. Oh, they were the ones who said, 'We're going to be out by Christmas.' And Christmas would come, and Christmas would go. Then they'd say, 'We're going to be out by Easter.' And Easter would come, and Easter would go. And then Thanksgiving, and then it would be Christmas again. And they died of a broken heart." 

Me ha parecido muy interesante, especialmente porque considero el optimismo sin motivo o porque sí no es sostenible en el medio o largo plazo. La clave está, por tanto, en hacer una autoevaluación honesta de nuestra situación, no ocultando los peligros, las ventajas, los desafíos y, una vez identificado nuestro objetivo, no perder nunca la fe en nuestra capacidad para conseguirlo.

Y como las alegrías dicen que nunca vienen solas, gracias a esta paradoja he encontrado un blog que, de momento, me está pareciendo muy interesante.  

sábado, 18 de diciembre de 2010

Cine Doré

Hace un tiempo descubrí, por casualidad, que en Madrid existe una cosa que se llama Filmoteca Nacional, a la que puedes ir a ver cine...¡por sólo 2.5 euros! No son estrenos, son películas más o menos antiguas (¡o no!) que, en el mejor de los casos, podrás comprar en DVD o ver por la tele (si tienes capacidad de aguantar los anuncios, yo me di por vencido hace ya mucho tiempo).





La Filmoteca cuenta con el Cine Doré como el vehículo para mostrar sus fondos y también para proyectar películas extranjeras. Este cine fue construido en 1923 y, exitoso en sus primeros años, fue perdiendo fuelle pasando a convertirse en un cine de barrio, languideciendo poco a poco hasta su cierre en 1963. Casi 20 años más tarde, en 1982, el Ayuntamiento inicia los planes para recuperar el cine, puesto que el edificio en el que se ubica cuenta con gran valor artístico (la fachada es preciosa y la sala principal también, si bien los asientos son algo incómodos). Finalmente, las obras de modernización finalizan en 1989, lo que quiere decir que esta joya estaba aquí desde hace 21 años y yo no me he enterado hasta hace 21 días.


El cine dispone de dos salas y hay 3 o 4 proyecciones diarias. La programación cambia mensualmente (en Diciembre hay ciclos sobre Woody Allen, Chaplin, el centenario de la CNT, cine y deporte, los Goya, etc.) y, creo, cada mes hay dos posibilidades de ver cada película (estoy hablando de películas pero también hay documentales). Además de cine, también hay una cafetería que tiene muy buena pinta y una librería especializada...pero no puedo decir mucho más de ellas porque de momento sólo he estado una vez y no con el tiempo suficiente para parar ahí. Como tampoco puedo corroborar nada de los comentarios leídos por internet acerca de la elevada densidad de culturetas que circulan por esos ambientes (no digo que no los haya, digo que no lo aprecié).  El público es mayoritariamente aunque no exclusivamente joven y algo internacional. Por lo menos así era ayer.


Aprovechando el ciclo de Woody Allen, me acerqué a ver Hannah y sus hermanas (he de decir que todas las películas se proyectan en versión original subtituladas al español), protagonizada por Mia Farrow (Hannah), Michael Caine (su marido), Barbara Hershey (su hermana), Dianne Wiest (su otra hermana) y el propio Allen (su ex marido).



Apoyándose en las celebraciones de Acción de Gracias de esa peculiar familia a lo largo de tres años, la cinta muestra la vida de estas tres hermanas, sus maridos, sus ex maridos y sus padres, a modo de historias entrelazadas. Como denominador común, la fragilidad o inseguridad de los personajes (Max Von Sydow, que hace de marido de Lee, una de las hermanas, parece el único personaje que no sufre de problemas emocionales...aunque a costa de ser una persona completamente antisocial), los sueños rotos, las infidelidades, el miedo a la muerte y la búsqueda de una solución a esos problemas en la religión.

A pesar del dinamismo de la historia (mejor dicho, de las historias, que se separan y se vuelven a unir a lo largo de la película) y de los continuos gags (especialmente los del hipocondriaco Allen, pero no sólo esos), permanece un regusto amargo, como queriendo remarcar esa fragilidad de los personajes sin que parezca que haya una solución a los problemas (el final, que no desvelaré, me dejó esa impresión).

¡Y nada más por hoy! El cine se encuentra en la calle Santa Isabel 3 (ni a un minuto andando del metro Antón Martín), en una barrio muy curioso (para ser el centro de Madrid), con muchas tiendas de alimentos tipo mercado (sin escaparate de cristal), pero en la propia calle...además justo al lado hay una tienda de posters y carteles que tendré que saquear pronto para decorar mi cuarto.

sábado, 11 de diciembre de 2010

Army - Navy Game

El fútbol americano universitario (en adelante, college football o, simplemente, college) es un deporte que está plagado de rivalidades. A lo largo de cada - corta - temporada se puede disfrutar de rivalidades metropolitanas (UCLA y USC), estatales (Alabama y Auburn), interestatales (Texas y Oklahoma o Michigan y Ohio State) o nacionales (Notre Dame y USC). Ninguna de ellas es comparable a lo que significa para un cadete o un midshipmen (nombre que reciben los alumnos de las academias militares y navales, respectivamente) el Army - Navy Game a lo largo de su periplo universitario. Fue Roger Staubach quién, tras volver de Vietnam para ganar 2 Superbowls con los Dallas Cowboys, dijo eso de que jugar una Superbowl era casi como jugar un Army-Navy Game. 

                                           Los Midshipmen, en primer plano y los Cadetes.

Lo cierto es que las cosas han cambiado mucho desde los tiempos de Staubach (aunque en los sesenta ya comenzó la decadencia de las academias militares fruto, por un lado, de la guerra de Vietnam y, por otro, del comienzo de la profesionalización de este deporte) y, más aún, desde los años de Mr. Inside y Mr. Outside (Doc Blanchard y Glenn Davis), años en los que Army se paseaba cada otoño por todos los campos en los que les tocaba jugar. Hace décadas que ambas academias no están entre las powerhorses que cada año luchan por ser la mejor, si bien es remarcable los años, prácticamente toda esta década, que lleva Navy paseándose por el escaparate nacional año sí y año también, de upset en upset y de bowl en bowl.

Antes de continuar, voy a explicar qué sucede con el "hermano menor" de estas dos academias militares. Y digo hermano menor porque de las cinco academias militares de Estados Unidos, Army es "la mayor" (fundada en 1802) y Navy es la segunda (en 1845), mientras que Air Force fue fundada, tan sólo, en 1954. El síndrome del hermano del medio lo tendrían la Academia de la Guardia Costera (dependiente del Departamento de Seguridad Nacional aunque en tiempos de guerra, si Wikipedia no engaña, puede pasar a depender del Departamento de la Marina) y la Academia de la Marina Mercante (cuyos alumnos son reservistas de la Marina por un periodo de 8 años). 

Como iba diciendo, la Academia de la Fuerza Aérea (con sede en Colorado Springs), fue la última en llegar pero, al menos en lo que respecta al college football, no perdió el tiempo: en este tiempo han jugado veinte bowls, por sólo 16 de Navy en toda su historia y 5 de Army. Desde la instauración del Trofeo "Commander in Chief" (una suerte de triangular entre las tres academias) Air Force lo ha ganado en diecisiete ocasiones, por doce de Navy y sólo 6 de Army. A pesar de ello, un Air Force - Navy o un Air Force - Army nunca conseguirá el impacto ni atraerá la atención de tanta gente como un Army - Navy. No sé si esto es justo o no, pero es un hecho, y es un hecho que a los Falcons les "jode". Como también les "jode" tanto a cadetes como a midshipmen, con doscientos años de historia a sus espaldas, que vengan estos "hermanos pequeños" y, casi sistemáticamente, les hagan morder el polvo. 


La verdad es que no sería capaz de identificar las razones de está abrumante superioridad de Air Force. Quizá - esto es sólo una hipótesis - el hecho de no contar con una historia tan grande detrás la liberó de prejuicios para poder implementar un ataque triple option (como se está demostrando - sólo hay que ver qué poco ha tardado Army en ser bowl-eligible tras haber renegado de este tipo de ofensivas durante casi diez años - es la única opción viable ante el tipo de limitaciones con las que se encuentran las academias en materia de reclutamiento de jugadores de tamaño elevado) desde practicamente sus inicios le haya dado cierta ventaja. Otra razón importante radica en la localización de estas academias. Las tres compiten por un mismo tipo de jugador (definamosle como queramos, pero en definitiva es un jugador que generalmente no ha recibido ofertas de college grandes, sólo de algún programa pequeño, quizá de la Ivy League si es un alumno brillante y que, además, no tiene ningún reparo en afrontar el correspondiente servicio militar una vez acabé su periodo formativo). La cuestión es que Army y Navy se canibalizan a los jugadores de la costa Este, dada la cercanía de ambas academias, mientras que Air Force, con toda comodidad, bebe sin problemas del caladero de California. Incluso el estado de Texas, donde el football es una religión, está más cerca de Colorado Springs (si bien Army sigue manteniendo mucha atracción allí y de hecho, tiene un partido programado casi todos los años para no dejarse comer el terreno). Otra razón que se da es el hecho de que las condiciones de vida en Colorado Springs son mejores que en cualquiera de las dos academias de la costa este: hay menos marchas por el campo, algún lujo más (televisión en los cuartos), etc. Y luego, supongo, Top Gun hizo el resto.



Me centro, desde ahora, en Army y en Navy. 


Y es que fue en 1890, es decir, hace 120 años, cuando Army fue vapuleada por Navy en West Point dando inicio a esta tradición (me refiero a la tradición del partido, no a la tradición de que Navy destroze a Army como, por desgracia, me ha tocado experienciar desde que soy aficionado a este deporte). Casi desde los inicios este partido fue todo un éxito el que confluían no sólo las habilidades de cada equipo sino también los valores que estos jugadores representaban. No obstante, no todo fue un camino de rosas. En 1893 el partido se suspendió por espacio de 6 años tras unos incidentes derivados de un duelo entre un almirante y un general que estaban presenciando el encuentro. Tras la reanudación de la rivalidad, en Philadelphia, el partido se convirtió un éxito de público e incluso el Presidente de la época (Theodore Roosevelt) asistió al mismo (inagurando, por cierto, la tradición de presenciar una mitad en la grada de Army y otra en la de Navy).

Miles de anécdotas rodean este partido y dan muestra de la importancia - que transciende al deporte en sí - que tiene este encuentro en la sociedad norteamericana. Cuando en 1944 se enfrentaron las dos academias (en aquel momento, Army era el mejor equipo del país y Navy el segundo mejor) el general Douglas MacArthur envió un telegrama al entrenador de Army felicitándole por la victoria que decía: "The greatest of all Army teams. We have stopped the war to celebrate your magnificient success". En 1963 el partido se suspendió como consecuencia del asesinato del Presidente Kennedy...para ser jugado una semana después a petición de la familia Kennedy. 

Como dije anteriormente, Navy lleva ganando este encuentro desde el año 2002, lo que implica que desde 2006 (los alumnos estan 4/5 años en la academia) los jugadores de Army se han ido graduando sin saber lo que significa ganar a la academia rival. No son habituales rachas tan grandes, sin embargo, en los años 90 hubo otra racha - esta a favor de Army - que fue más corta pero no menos dolorosa, pues Army se llevó los cuatro duelos celebrados entre 1992 y 1995 por el margen total de ¡6 puntos!


Me gustaría poder realizar aquí un análisis de ambos equipos, pero no realizo un seguimiento tan pormenorizado del fútbol americano (vamos, que cualquier cosa que escribiese sería invención mía). La verdad es que Navy sigue siendo la favorita, aunque Army ha mejorado a pasos agigantados, y si no hay ningún imprevisto, aún está un peldaño por encima de Army pero, como la Copa Davis en el tenis, en este partido entran en juego muchos sentimientos (tradicionalmente es la última vez que los seniors de cada equipo jugarán al fútbol americano ya que, tras la graduación, tienen que cumplir con sus obligaciones militares y no pueden continuar con su carrera en el mundo profesional, aunque siempre hay alguna excepción; señalar también que este Army - Navy no será el último partido para los seniors pues ambas academias jugarán a finales de mes sus respectivas bowls) y la posibilidad de una sorpresa siempre está presente. Yo ya estoy preparado. La cita es hoy, 11 de Diciembre, a partir de las 20:30 desde Philadelphia (escenario neutral de la mayoría de los partidos). Sólo me queda decir:




Go Army, beat Navy!


viernes, 3 de diciembre de 2010

Ira Levin, Los Nikis y DDT

¿Qué pueden tener en común un escritor americano del siglo XX, una banda madrileña de pop-punk de los años ochenta y un pesticida?

 Vamos a empezar por el final, que a veces es lo más útil. En este caso, DDT no es un pesticida. Me refiero aquí a otra banda, también madrileña, también de pop-punk, que, de momento, que yo sepa, no es muy conocida por los ambientes habituales (vamos, que me parece que no los ponen en los 40 Principales). Parece que hemos resuelto ya algunas incógnitas. Sigamos, ahora sí, por el principio.

 Ira Levin es un autor newyorquino fallecido hace tres años que no tiene un historial demasiado grande. Comenzó escribiendo guiones para cine y televisión y, posteriormente, algunas de sus novelas más importantes fueron llevadas a la gran pantalla. Es de esto de lo que quiero hablar aquí. 

El otro día vi Rosemary's Baby (en España se tradujo como La Semilla del Diablo), la que quizá sea la novela más conocida de este autor. La pelicula es de los años sesenta, está dirigida por Roman Polanski y protagonizada por Mia Farrow y John Cassavettes.  La película narra la historia de este joven matrimonio y de su ¿accidentado? embarazo en el marco de su nueva vida en el edificio Dakota de Nueva York, aprovechando los primeros éxitos de él como actor, gracias a alguna que otra carámbola. Es un clásico del género de terror y, a pesar de que pueda pensar que no provoca el miedo que otras películas menos viejas han provocado, lo cierto es que casi sin querer te vas acongojando con los señores Castevet - especialmente con ella, ¡qué arpía! -   que no son otros que los vecinos que les han tocado en suerte a nuestro matrimonio. Me pareció que la historia va creciendo conforme se va desarrollando y el final me cogío casi totalmente desprevenido. Y mira que la inquietante musiquita inicial ya avisaba de que nada bueno se podía esperar de esta historia. En general, recomiendo la película, me ha parecido entretenida  y, quizá, le dé una oportunidad al libro.


Otra opción más rápida al libro y a la película es oír esta canción...de los DDT:



Lo que más me gusta de este grupo es la crítica que hay en muchas de sus canciones: Tere se ha intoxicado, Vivir sin pagar, Salgo en la tele, Masacre en Marina D'Or, etc. No faltan tampoco canciones graciosas - sin que esto implique que las anteriores no lo sean - como Yo sólo bebo DYC o Adictos a mi consola y, personalmente, a mi me gustan también canciones como Increible hombre menguante (con esa mención del gran Tachenko) o Yuri Alekséyevich Gagarin.

Y junto a ellos están Los Ramones de Algete, como eran cariñosamente conocidos Los Nikis (si bien hay una corriente poderosa que afirma que los otros eran Los Nikis de Forrest Hills). Tras la archiconocida El Imperio Contraataca, hay auténticas joyas, canciones otra vez divertidas como Ernesto, críticas como Por el interés te quiero Andrés y verdaderos ejemplos de memoria histórica como Venganza (A finales del siglo XVI / el rey Felipe no sale de su habitación / Algo trama, no saben lo que es / y Jaime Peñafiel consigue la información). 

Fueron Los Nikis quienes, antes que DDT, transformaron en canción un libro de Ira Levin: Los niños del Brasil. La historia se centra en la huída al país carioca de jerarcas nazis tras el fin de la Segunda Guerra Mundial y los esfuerzos necesarios para evitar un nuevo Tercer Reich. El libro fue también llevado al cine en una producción protagonizada por Laurence Olivier (en el papel de cazanazis) y Gregory Peck (como el malvado Doctor Mengele). Tras todo lo que he escrito aquí, creo que estoy obligado a verla.


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