“Rather than love, than money, than fame, give me truth.” Thoreau
El fin de semana pasado, en un momento de aburrimiento, me puse a cotillear el twitter de Esteban Granero, canterano del Real Madrid. La verdad es que la imagen de dandy que cultiva – le llaman el pirata por su barba y su aire desaliñado – le hace justicia. En los últimos días había realizado en la red social comentarios sobre el programa Redes, citado a San Juan de la Cruz y había enlazado vídeos de Bob Dylan (con ocasión de su cumpleaños), Leonard Cohen (y su mítico Hallelujah, que fue objeto de una de mis primeras entradas aquí) y una canción de Eddie Vedder que se llama Society.
La canción quizá sea la más conocida de la banda sonora de la película Into the wild, íntegramente compuesta por Vedder, el líder de la banda Pearl Jam. Leí un poco sobre esa película y tarde poco – no hace ni una semana que descubrí el twitter de Granero, repito – en bajármela y verla.
La película está basada en la historia real de Christopher McCandless quien, tras graduarse en la Universidad de Emory, decide romper con su vida, con su familia y, en definitiva, con la sociedad, y lanzarse a la aventura, viviendo por si mismo y combinando pequeños trabajos esporádicos que le llevarán por lugares tan variopintos como Arizona, Dakota del Sur, México (en una travesía en kayak por el río Colorado), Los Ángeles y el norte de California para llegar, finalmente, a Alaska.
McCandless en su "casa" de Alaska
Me gustó la película si bien me parece algo larga (dos horas y media), recreándose demasiado para mi gusto en aspectos triviales de la aventura. McCandless estaba influenciado por escritores como Jack London y Henry Thoreau y, a semejanza de este último, intentaba con esta aventura hacer un ejercicio de separación del mundo que le rodea para así poder conocerse más a sí mismo.
Este viaje, especialmente en la etapa de Alaska, muestra a mi parecer cómo nos complicamos la vida nosotros mismos, con lo fácil que es vivir prácticamente sin nada. No creo que haya que llevar las cosas al extremo como ocurre en la película (no hace falta irse a Alaska prácticamente sin nada: sin mapas, víveres, etc.) pero muchas veces nos complicamos la existencia y sufrimos por cosas superfluas.
No obstante, como se muestra en la película, la naturaleza no es siempre amable y al final nuestro protagonista descubre que la verdadera felicidad sólo puede encontrarse cuando es compartida, cosa con la que estoy bastante de acuerdo.
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